La diputada local recordó que cuando ella fue víctima de la violencia, no estaba tipificado el delito, sólo había un protocolo, en 2015.
La diputada Ruth Zárate Domínguez, sostuvo que hay las pruebas de que Inés Saturnino López Ponce, hoy candidato a la presidencia municipal de Tecamachalco, sí cometió violencia en su contra hace nueve años cuando era regidora.
Reprobó las declaraciones del también ex presidente municipal, quien culpa a los medios de comunicación, llamándolos extorsionadores y faltos de ética, al indicar que las evidencias de la violencia están presentes, y trata de que haya amnesia para que se olvide.
Comentó que cuando fue presidente municipal permitió la entrada de mujeres a las sesiones de cabildo para agredirla verbalmente, y nunca hubo protección a los regidores.
Recordó que cuando ella fue víctima de la violencia, no estaba tipificado como delito, sólo había un protocolo de la violencia contra las mujeres, y eso ocurrió en 2015, cuando nadie la apoyó, y señaló que las diputadas le dieron la espalda por denunciar la violencia.
Indicó que sigue la violencia en contra de las regidoras como las de San Pedro Cholula, pero ahora si han sido apoyadas, y escuchadas.
La diputada dijo que la agresión por parte de Inés Saturnino, fue por exigirle que sus estados financieros estuvieran bien presentados.
“Las consecuencias por votar en contra de los estados financieros, fueron negar la entrada al cabildo, quitarme de los presídium, poner policías a vigilarme, y retener la dieta”.
Zárate Domínguez pidió que las autoridades asuman su responsabilidad y actúen en favor de las mujeres, que se erradique la violencia que aún se presenta en los ayuntamientos.
Aceptó que se siente insegura en caso de que gane Inés Saturnino, pero hay que levantar la voz por todas las mujeres que siguen siendo violentadas, que tienen miedo de alzar la voz porque hay regidoras que temen que sus familias sean víctimas de la persecución en caso de que denuncien.
Llamó a que los jueces atiendan cualquier llamado de violencia, que escuchen a las mujeres y se eviten tragedias.
Por Fráncisco Sánchez Nolasco