Internacional
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva inicia hoy su primera visita oficial a Japón en su tercer mandato, marcando su quinto viaje presidencial. En mayo de 2023, Lula ya participó en la cumbre del G7 en Hiroshima, fortaleciendo la relación bilateral. Durante su estadía en Tokio, se reunirá con el Primer Ministro japonés, Shigeru Ishiba, y será recibido por el Emperador Naruhito y la Emperatriz Masako. Además, su hija Aiko participará por primera vez en el Banquete Imperial en honor a Lula y su esposa, Rosângela da Silva, conocida como Janja. La delegación brasileña incluye 11 ministros, los presidentes de la Cámara y el Senado, y más de cien empresarios y altos ejecutivos.
Este viaje ocurre en un contexto geopolítico desafiante, donde Brasil busca diversificar sus alianzas y fortalecer lazos comerciales en Asia. Posteriormente, Lula viajará a Vietnam del 27 al 29 de marzo, su segunda visita a ese país. La agenda internacional del mandatario también contempla un encuentro con Xi Jinping en mayo durante el Foro CELAC-China en Beijing, y la visita del líder chino a Brasil en julio para la cumbre de los BRICS.
Uno de los temas clave en la visita a Japón es la expansión del comercio bilateral, con un enfoque en la exportación de carne brasileña. Brasil busca la aprobación de Tokio para enviar una misión sanitaria que evalúe sus frigoríficos, así como la ampliación del acceso al mercado japonés para la carne de cerdo. En paralelo, Lula impulsará un acuerdo entre Mercosur y Japón, aunque informes recientes sugieren que Tokio aún no ha definido su posición sobre el tratado.
Más allá de lo económico, la cooperación bilateral incluirá temas culturales, científicos y tecnológicos. Se espera el establecimiento de un diálogo estratégico entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países y acuerdos en seguridad y defensa. En los últimos años, Brasil y Japón han fortalecido su colaboración militar, con intercambios tecnológicos y entrenamientos conjuntos. Además, Brasil ha implementado el modelo japonés de policía comunitaria Kōban en varios estados, logrando reducciones significativas en los índices de criminalidad.
Este año se conmemoran 130 años de relaciones diplomáticas entre Brasil y Japón, con eventos especiales incluidos en la agenda de Lula. En 2024, el comercio bilateral alcanzó los 11.000 millones de dólares, con un leve superávit para Brasil. El país sudamericano exporta productos como pollo, aluminio y café, mientras que importa maquinaria y componentes industriales japoneses.
En cuanto a Vietnam, la visita de Lula busca consolidar la Asociación Estratégica entre ambas naciones, fortaleciendo el comercio y la cooperación política. En 2024, el comercio bilateral ascendió a 7.700 millones de dólares, y Brasil apunta a elevarlo a 15.000 millones para 2025. Vietnam se ha convertido en un socio clave para la agroindustria brasileña y un actor relevante en la manufactura electrónica global.
Con estos viajes, el gobierno de Lula reafirma su estrategia de diversificación de alianzas, apostando por un papel más activo en el comercio global y la diplomacia internacional.