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El telescopio espacial James Webb ha capturado las primeras imágenes directas de dióxido de carbono en un exoplaneta, un hallazgo que podría ofrecer claves para entender el origen de nuestro propio sistema solar y nuestra posición en el cosmos. Esta observación se realizó en el sistema planetario HR 8799, que se encuentra a unos 129 años luz de la Tierra. Este sistema es conocido por tener tres planetas en órbita, descubiertos en 2008, y destaca como el primer sistema de este tipo del que se ha obtenido una imagen directa. A pesar de su relativa juventud—tan solo 30 millones de años frente a los 4.600 millones de años de la Tierra—ofrece valiosas pistas sobre la formación planetaria.
Los astrónomos, cuyas investigaciones se han publicado en el Astrophysical Journal, señalan que la composición atmosférica de estos planetas sugiere que se formaron de manera similar a Júpiter y Saturno, mediante la acumulación de gases alrededor de un núcleo sólido. Este descubrimiento tiene implicaciones cruciales para entender si la formación de sistemas solares capaces de albergar vida, como el nuestro, es una ocurrencia común o una rareza en el universo.
Los estudios sugieren que, después de su formación, los planetas gigantes en nuestro sistema solar, como Júpiter y Saturno, se desplazaron hacia el interior, provocando un "cataclismo" que pudo haber sido fundamental para el surgimiento de la vida en la Tierra. Esta nueva información podría ayudar a determinar si sistemas solares similares al nuestro—que permiten la vida—son algo frecuente o único en el cosmos.
Fuente: El País